Preparar la futura entrevista de trabajo mejorará tus posibilidades de acceder al empleo. Por tanto,
debes:
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Investigar sobre la empresa, su historia, las características del puesto y la persona que te entrevistará.
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Adaptar tu curriculum al perfil que piden, destacando aquellos aspectos que te beneficiarán.
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Identificar tus fortalezas y debilidades y estudiar tu currículum para que "no te pillen en un renuncio".
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Realizar una lista de razones por las que la empresa debería contratarte.
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Ensayar la entrevista: prepara tus respuestas para que resulten naturales y prepara preguntas que podrás realizar a lo largo de la entrevista
sobre la empresa o el puesto (nunca sobre el salario, horario o vacaciones). También debes preparar y resumir tus puntos fuertes y elabora una estrategia para contrarrestar las
debilidades que pudieran ver en ti.
Ha llegado el día de la entrevista. ¿Cómo debes comportarte?:
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Debes convencer a tu entrevistador de que eres la persona idónea para el puesto pero nunca menospreciando a otros
candidatos.
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Sé positivo, natural y educado, dejando que sea el entrevistador quien dirija la sesión y mantén el contacto visual.
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Utiliza un lenguaje verbal claro, directo, serio y positivo, evitando bromas inadecuadas y palabras malsonantes.
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Tu cuerpo debe mostrar seguridad, por lo que no gesticules en exceso, respeta los espacios, siéntate bien y no te apoyes
en exceso sobre la mesa o el respaldo de la silla. Procura no jugar con un bolígrafo entre los dedos, ni cruzar los brazos ni las piernas.
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Antes de dar por concluida la entrevista, resume varias ideas claves y sus argumentos.
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Deja la puerta abierta a otras oportunidades en esa empresa.
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Despídete cordialmente y solicita la tarjeta del entrevistador si no la tienes.
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Al llegar a tu casa, reflexiona sobre la entrevista y tus debilidades y fortalezas.